En las últimas semanas, desde esta columna he cuestionado el difundido diagnóstico que “explica” la situación actual como resultado de una relación de causas que se inicia con el excesivo gasto público que genera un sostenido déficit fiscal; para financiar el déficit, el Banco Central está obligado a “imprimir billetes sin respaldo”, lo que alimenta la inflación que tiende a acelerarse. A partir de este diagnóstico, las soluciones que se proponen, siguen muy de cerca las recetas neoliberales tradicionales que promueve el FMI: austeridad, recortar personal, congelar salarios, fortalecer sistema financiero, etc