Para Marañón, el modelo económico contradice las recomendaciones del FMI, lo que habría sido suficiente para que los conocimientos teóricos de los analistas –entre los que me incluye, no les permitan entender la realidad del país. Pero si lee los informes del FMI bajo el Articulo IV, en general encontrará que Bolivia adopta el mantra neoliberal del FMI: “una meta (inflación) y una política (monetaria)”. El modelo sigue las recomendaciones recurrentes del FMI que tienen, como denominador común, controlar la inflación, aumentar recaudaciones tributarias, profundizar la financiarización, y proteger la estabilidad financiera, sin referencia alguna a la creación sostenible de empleo. Difieren, si, sobre el tipo de cambio fijo, medida cada vez menos popular para la economía productiva